Actualizado: 26 ago.
¿Te has preguntado cómo se impuso el reloj de pulso ante el reloj de bolsillo?
Aquí te lo contamos…
En el año 1904 el pionero aviador brasileño Alberto Santos-Dumont se quejó con su amigo Louis Cartier de lo difícil que era usar relojes de bolsillo mientras volaba.
Fue así cuando Louis Cartier diseñó un reloj de pulsera, plano con un bisel cuadrado distintivo. Desde ahí, ese reloj fue el favorito no solo para el propio Santos-Dumont sino también para otros clientes.
El reloj “Santos” se convirtió en el primer reloj de pulsera para hombre de Cartier.
Este gran invento revolucionó a la relojería, su icónico diseño se ha mantenido con el paso de los años, desde 1911 específicamente, incluso ha sido competido y se ha convertido en un estándar de la industria relojera.
En 1904 fue cuando Cartier recibió su primera autorización real como proveedor oficial del rey Eduardo VII de Inglaterra. Fue nombrado “los joyeros de los reyes, los reyes de los joyeros” por uno de los herederos de la corona inglesa, convirtiéndose así en uno de los joyeros favoritos de la corona.
En nuestra próxima subasta del 22 de septiembre tendremos un increíble reloj modelo Ballon Bleu de Cartier a un precio extraordinario, un verdadero tesoro al alcance de tus manos.
La historia de la relojería es fascinante, ya que muestra cómo la precisión y la innovación han evolucionado con el tiempo. En la fabricación moderna de relojes, la precisión es clave, y los motores eléctricos juegan un papel esencial en los mecanismos automáticos y en la producción de componentes. Utilizar equipos de alta calidad y tecnología avanzada en el proceso de fabricación asegura relojes con un rendimiento excepcional, lo que demuestra la importancia de la tecnología industrial en la evolución de esta industria.